Cuando pensamos en un implante dental, solemos enfocarnos en la estética y la funcionalidad, pero pocas veces consideramos cómo interactúa con nuestro cuerpo a nivel biológico. Lo cierto es que elegir entre titanio y circonia puede hacer una gran diferencia, sobre todo si padeces enfermedades sistémicas como diabetes, artritis reumatoide o síndrome metabólico.